Tal y como ya hemos hablado aquí más de una vez, cuando pasa el verano las autoridades se fijan en que hay más sectores además del turismo vacacional, y es cuando empiezan a ponerse en marcha políticas de impulso a otros segmentos con el fin de potenciar las cifras que nos aguardan a los empresarios durante el invierno.
En esta ocasión han sido los implicados en el sector andaluz de los congresos, convenciones e incentivos los que se han reunido en Sevilla para fijar un decálogo de medidas que permita lograr un mejor posicionamiento y hagan más competitiva a nuestra región en los circuitos profesionales.
A esta cita se ha congregado una representación del conjunto de la industria andaluza, con la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) y representantes de la Asociación de Palacios de Congresos y Ferias de Andalucía (AFCAN), la Asociación de Organizadores Profesionales de Congresos andaluces (OPC Andalucía), la Federación de Empresarios de Agencias de Viajes de la región (FEAVA) y la Federación Andaluza de Hostelería (FAH).
La finalidad de la reunión era consensuar y presentar un documento en el que se recogen diez líneas estratégicas para posicionar la marca andaluza en este segmento, que serán remitidas a las distintas administraciones con el fin de trasladarles la coyuntura actual del sector y las necesidades del mismo. Pretenden que estas conclusiones sean una hoja de ruta de cara a elaborar una estrategia común entre organizaciones sectoriales, empresarios y administraciones públicas, que se hace especialmente necesaria en la situación económica actual.
En el decálogo se recoge la creación de la marca 'Andalucía. Turismo de Reuniones y Congresos', cuyo objetivo principal es promover y publicitar el territorio andaluz como producto turístico de calidad. Otro punto destacado es el fomento de la alianza público-privada para crear un crecimiento sostenible , gracias a una planificación rigurosa de los recursos que evite situaciones de sobreoferta y saturación del mercado.
El sector del CCI sugiere además la puesta en marcha de un sistema eficaz de medición de las variables asociadas a la actividad, que permita obtener un mejor conocimiento de los mercados emisores y la competencia, además de abogar por la profesionalización del segmento.
El documento propone también una ordenación coherente de la oferta y la regularización clara del sector a través de la futura nueva Ley de Turismo de Andalucía.
Las organizaciones asistentes defendieron la importancia de este segmento para el sector turístico, en el que Andalucía ocupa el tercer puesto tras Madrid y Cataluña, y que consigue traer cada año a la comunidad autónoma una cifra cercana a 1,5 millones de visitantes. por otro lado, defienden la calidad de este tipo de turismo, ya que normalmente se trata de visitantes de alto poder adquisitivo, que generan unos 700 millones de euros que se reparten entre el sector hotelero, la restauración, el transporte y los servicios relacionados con el ocio o el comercio.