Comenzamos el periodo vacacional de Semana Santa, la primera gran prueba para el sector turístico de la Costa del Sol de esta temporada 2013 que acabamos de estrenar. Todas las esperanzas de muchos están puestas en este periodo, que políticos y empresarios esperan que suponga el pistoletazo de salida para una mejora de resultados, aunque por desgracia yo no lo tengo tan claro.
Ya se está leyendo mucho acerca de las previsiones de ocupación y, como todos los años, seguro que a partir del miércoles santo la prensa se llena de titulares proclamando a los cuatro vientos que la ocupación se dispara. Ya nos gustaría a los empresarios que esto fuera verdad, pero por desgracia los auténticos datos de ocupación no pueden saberse hasta el último momento.
No tenemos una bola de cristal y supongo que los políticos que nos hablan de esas estupendas previsiones tampoco la tienen. Creo que no se pueden adelantar datos que seguramente serán erróneos porque, aunque ya tengamos una serie de plazas reservadas, el tiempo es muy inestable en este periodo y será determinante para que se produzcan cancelaciones, como ya nos ha ocurrido otros años.
Y de lo que nadie habla es que todavía quedan hoteles cerrados en la Costa del Sol, esperando a que el tiempo mejore para iniciar su temporada. Este tema y el de la ocupación en invierno son temas tabú, de los que solo hablamos los empresarios que nos vemos afectados por el problema de la estacionalidad y la falta de apoyo institucional para luchar contra ella.
No podemos extrapolar los resultados de dos días a toda la semana santa, que tradicionalmente ha tenido tanto tirón en la Costa del Sol. La crisis del sector turístico ha hecho que los resultados en este periodo vayan decayendo hasta limitarse a como mucho un par de días buenos, que los políticos nos venden como si fueran los datos de ocupación de toda la semana.
Hasta que no cambiemos de estrategia no saldremos del grandísimo problema que tenemos en la Costa del Sol y que tantas veces he mencionado aquí. Tenemos que invertir en publicidad para nuestra marca Costa del Sol y no dejar que nuestro dinero se diluya en las promociones de Andalucía. La nuestra es una marca consolidada como destino turístico de primera fila y tenemos que invertir en ella para que lo siga siendo.