Es la historia de siempre. En cuanto los empresarios de la Costa del Sol arriesgamos nuestro esfuerzo y dinero para mejorar las infraestructuras de nuestro destino turístico la polémica siempre está servida.
En esta ocasión la discusión ciudadana se refiere a la estética de los nuevos chiringuitos que se están construyendo en la zona de la Malagueta, cuando quedan apenas tres semanas para que terminen las obras de los que están más avanzados, con un nivel de ejecución del proyecto que supera ya el 90%.
Los promotores del proyecto, la Asociación de Empresartios de Playas, ven en peligro sus inversiones, cercanas a los 400.000 euros por cada local y ven como los políticos de las diversas administraciones no dejan de alimentar la polémica y el revuelo creado en torno a los chiringuitos.
Lamentan que las administraciones se enfrasquen en un cruce de acusaciones y se laven las manos sobre las posibles soluciones, además de defender que el proyecto final fue consensuado con la Dirección General de Costas, que depende del Gobierno central, la Consejería de Medio Ambiente de la Junta y el Ayuntamiento de Málaga, incluso dejando a un lado en algunos aspectos su propio criterio, como expertos en este tipo de negocios.
Mi opinión personal en este caso, dejando a un lado las cuestiones estéticas, es que nuestros políticos tienen que ser más serios. Si la Junta de Andalucía, Ayuntamiento y Costas han aprobado este proyecto, no pueden criticarlo ahora y anular la licencia, porque en este caso estarían cometiendo prevaricación.
El señor Caneda, que es muy libre de tener su opinión, debería haberse pronunciado en su momento, cuando tuvo el proyecto por delante para aprobarlo y antes de recibir los fondos FEDER de la comunidad europea. Ése era el momento de sacarle todas las faltas y de hacer los cambios necesarios para modificarlo y mejorarlo, pero no cuando está ya aprobado, casi terminado y a pocos días de la inauguración. Además creo que se está metiendo en un terreno que no es el suyo, puesto que este asunto corresponde a la concejala de playas Teresa Porras.
El proyecto de estos chiringuitos consta de una terraza superior que en principio no va a tener uso, algo que también me parece bastante absurdo. ¿Porque lo tienen que abrir todo en fases? Lo único que van a conseguir es que veamos esas terrazas como almacén a través de la barandilla de cristal, como ocurre ya en los chiringuitos de la zona de Huelin.
Yo no voy a entrar en si el proyecto elegido es bonito o es feo, aunque tengo mi opinión personal al respecto, pero defiendo que cuando está todo casi terminado, con subvenciones concedidas y aprobado por las tres administraciones no pueden venir ahora a poner pegas ya que todo se ha hecho legalmente. Lo que tienen que hacer es agilizar las obras, que ya estamos a las puertas del verano, y encima la Semana Santa ya ha pasado sin que pudieran abrir. Veremos si por el camino que van consiguen abrir sus puestas para la noche de San Juan o seguimos con el lío montado.
Lo que tienen que hacer nuestros políticos es promover el turismo y dejarse de opinar sobre decoración y paisajismo, que para eso han encargado el proyecto a unos profesionales que entienden del tema, y no seguir entrometiéndose en los trabajos que no les corresponden.
Fotos: Diario Sur y La Opinion de Malaga