Esta es tal vez mi faceta menos conocida, pero llevo interesado por el mundo del arte desde hace más de cuarenta años. Esta colección se crea por el amor a mi tierra, las inquietudes por la cultura y las tradiciones locales y el rprofundo respeto por nuestros artistas. Comencé sobre los años 70, con las primeras adquisiciones de pintores malagueños, creando en mí un interés creciente por el arte, que me impulsó a ir engrosándola poco hasta llegar al momento actual.
Aunque la colección Peñarroya está viva, porque seguimos trabajando e ella, los fondos de la colección están formados principalmente por pintura costumbrista del siglo XIX, con obras pertenecientes a diversos grupos y corrientes estilísticas de la época.
Las pinturas más antiguas datan del siglo XVI , con una obra de la Escuela Florentina y otra pintor español manierista Luis de Morales, que podemos ver en la siguiente imagen. Si seguimos en orden cronológico encontramos obras del siglo XVII, como la de Francisco Pacheco, maestro y suegro de Velázquez. Y del barroco español contamos con Bartolomé Esteban Murillo.
En pintura religiosa podemos destacar a los pintores valencianos Salvador Maella, del S.XVIII/XIX, o Fray Nicolás Borrás con su conocida obra “La última Cena” . También contamos con pintura religiosa de la escuela Italiana con Solimena, del siglo XVII/XVIII y o de la escuela Flamenca Napolitana del siglo XVII con Brueguel.
De la pintura costumbrista malagueña, la que originó mi afición por el arte y la pintura, podemos destacar al recientemente fallecido Gabriel Alberca, a Blanco Coris y a Emilio Ocón, que aunque nació en La Gomera, es malagueño de adopción, al trasladarse a nuestra ciudad a muy corta edad.
Emilio Ocón Destaca en la habilidad para dibujar barcos, por lo que es recomendado al docente y pintor Carlos de Haes en Madrid, matriculándose en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando.
La curiosidad por todo lo relacionado con el mar y la especialidad paisajística de su maestro le llevó a trabajar, casi en exclusividad, la temática marina, como la que vemos en la imagen anterior.
Es a su vuelta a Málaga, cuando se instala en un estudio junto a Denis Belgrano y Martínez de la Vega.
José Denis Belgrano es el pintor malagueño del que mas obra conservamos en la colección. Fue alumno de Bernardo Ferrándiz en la Escuela de la Academia de Bellas Artes de San Telmo en Málaga, y es el representante más claro de la línea preciosista de Fortuny.
Es pensionado a Roma, durante dos años, por el mecenas y amigo de la familia Marqués de Guadiaro, ya que en la época el viaje a Roma era imprescindible para todo pintor que quisiera triunfar.
Se define por temas principalmente costumbristas y, sobretodo, como “pintor de toreros y majas”.
Otras obras de la colección pertenecen a otros pintores Antonio Reyna Manescau, Pedro Sáenz Sáenz, Jose Ponce, Fernando Labrada, Luque Roselló, Luís Grarite Tejada, Guillermo Gómez Gil, Horacio Lengo, Capulino Jáuregui y Carlos de Haes, que aunque ni nació ni murió en Málaga, desde muy pequeño le trajeron a nuestra ciudad, donde comenzó a estudiar con el pintor Luis de la Cruz.
Aqui vemos una obra de José Ponce.
Y aquí una pintura de Fernando Labrada.
También contamos con la obra de pintores valencianos como Bernardo Ferrándiz, que aunque nació aquí se trasladó a Málaga donde vivió 17 años y está considerado como uno de los impulsores e integrantes de la Escuela malagueña de pintura. Entre sus muchos discípulos destacan Moreno Carbonero, José Nogales, Enrique Simonet, Blanco Coris, Denis Belgrano o Pedro Sáenz, entre otros,
Del mismo grupo tenemos obra de Emilio Poy Dalmau, del impresionista Joaquín Sorolla, y de José Benlliure y Mariano Benlliure, este último escultor y muy famoso por sus imágenes de la Semana Santa de Málaga, como el Cristo de la Esperanza o el Cristo de la Expiración.
Tambien contamos con la obra de varios autores que se encuentran entre los siglos XIX y XX, periodo que anuncia la llegada del arte nuevo y de las primeras vanguardias, como el cubista y malagueño Joaquín Peinado, José Moreno Villa, Joaquín Mir, Rafael Zabaleta, también del gran grabador Enrique Brinkmann, Gabriel Alberca, Francisco Hernández o del gran retratista Félix Revello de Toro, que vemos en la siguiente imagen.
Como os decía, la colección está viva y nuestro objetivo es cuidar y preservar todas las obras, siempre abiertos a la posibilidad de poder enseñar toda esta obra con exposiciones temporales a museos de todo el mundo. Porque como os comentaba en la anterior entrada, el arte debe estar en contacto con la calle.
