martes, 19 de abril de 2011

Defendiendo la tradición de la Semana Santa de Málaga

Todo el que me conoce lo sabe. Mi pasión por la Semana Santa empezó desde pequeño, en el barrio en el que nací y me crié, el Barrio de La Victoria. Una pasión marcada por la devoción y el cariño a la Cofradía del Rocío (la malagueña, que no tiene nada que ver con la Hermandad de Almonte).

Amo la grandiosidad y ese sabor especial que tiene la Semana Santa en Málaga, para mi la mejor de España, que no tiene que imitar a ninguna otra, sino destacar y poner en valor todo eso que nos hace diferentes.




Aún recuerdo cuando la cofradía montaba los tronos en el interior de San Lázaro, y cómo esos tronos iban ganando en volumen y esplendor, seña de identidad de nuestra Semana Santa, lo que obligaba a tirar un tabique para poder sacarlos en procesión el Martes Santo, que después se reconstruía.

El hermano mayor entonces , Antonio Gómez Tellez , el que aún vive, se puso en contacto conmigo para pedirme ayuda. Me preguntó si les podía dar cemento y ladrillos para poder levantar la casa Hermandad de la Calle Amargura, donde ya había un terreno que era propiedad de un grupo de señores.

Solicité los planos para ver el terreno y los puse en manos de mi gran amigo y arquitecto D. Antonio Valero del Valle, que fue hermano mayor de la cofradía “La Paloma”. Tanto era mi cariño que quise ayudar a esta cofradía a que empezara a ser grande, regalando la primera Casa Hermandad, que hoy a dejado de ser lo que era porque también se quedó pequeña.






Pero a la Semana Santa malagueña no puede pararla nada, y pude conseguir que el alcalde de Málaga D. Francisco de la Torre Prado, artífice de que las cofradías malagueñas se levanten, nos diera un terreno que tenía 750m . Gracias a su ayuda llegué a hacer la casa hermandad más grande de Málaga, aproximadamente unos 3.000m² con terraza.

Se lo regalé a la cofradía por varias razones, porque nací en el barrio, crecí en el barrio, estudié en el barrio y mi primer dinero lo gané en el barrio. En compensación, para mi era una necesidad de devolver al barrio esta casa Hermandad. Cuando entregué el proyecto puse un condicionante, que una parte fuera un hogar para señores de la 3ª edad, con un horario que no se está respetando y presenté un proyecto que tampoco se respeta.






Ha habido cosas que el actual hermano mayor, Juan Lupiañez, no quiere respetar, el año pasado pudimos solucionarlo pero en la reunión con los consejeros dio una palabra que NO ha respetado, y eso es una ofensa que no hace otra cosa que dividir en dos a la cofradía.

A esta cofradía pertenezco y perteneceré hasta el día que me muera y siempre he dicho que nunca querría para ella nada que no llevara el sello malagueño. Hoy llevarán las velas rizadas, que nos son malagueñas, y eso es la gota que colma el vaso. Por eso este año no estaré presente como mayordomo de la Virgen, acompañándola en su recorrido por las calles de Málaga. No estaré junto a la campana, pero mi corazón estará con Ella.